miércoles, 10 de marzo de 2010

La cifra repartidora...

Dicen los consabidos analistas políticos, que el método de la cifra repartidora fortalece los partidos y por ende la democracia. Está el método Sainte-Laguë que fortalece los partidos tradicionales y también está el método d'Hondt que fortalece muchísimo los partidos tradicionales y extirpa las representaciones de las minorías. Éste último es el que aparentemente usamos en Colombia desde la reforma de 2003.

Lo que parecen no reconocer algunos ilustres, es la operación de una tercera cifra repartidora, cifra que realmente controla nuestro intento de sistema democrático y se calcula mediante el popular método del TLC, tamal, lechona y cerveza o hasta 200 mil pesos; eso le dijeron los Colombianos a la misión de observación electoral que nos contó cómo apenas un poco más de 400/1100 municipios en sólo 16/32 departamentos están en serio riesgo de fraude electoral. Y si a mi no me gusta el tamal o sube de precio la lechona, ¿cuál es el umbral señor registrador?

No crean que es una pregunta fácil. Si me da por explicar el método d'Hondt que aparentemente reparte las curules, todos dejarían de leer cuando vean la ecuación, entonces hagamos algo más simple, tomemos el ejemplo de las elecciones pasadas y veamos cómo funciona ese muchacho d'Hont:

- El partido tradicional X tiene los candidatos fulano, sutana, pepito, pepita, entre otros.
- Pepita ha sido una controvertida senadora y tiene el récord de ausentismo a las sesiones del último año, mientras su salario sí llega muy cumplido.

- El nuevo partido Y tiene los candidatos Ulises, Alejandra, Rodrigo, entre otros; con buenas trayectorias pero nuevos al congreso.
- Ulises es un respetado exalcalde, quien después de una exitosa gestión decidió ponerle el pecho al senado.

- Resulta que el partido X además de tener una gran maquinaria de financiación y coordinación del surfagio, agrupa y reune ciertos líderes y/o candidatos inescrupulosos que practican el método del TLC. Así, el glorioso partido X obtiene 30 curules! Su senadora pepita, obtiene alrededor de 5000 votos, no obstante, muy dichosa ella, se hace acreedora a una de las 30.

- El nuevo partido Y en cambio, no pasa el umbral, pues aunque tiene gran coherencia, ni compra votos ni tiene maquinaria. Ulises luego de casi 170000 votos se queda con las manos vacías.

He ahí pues queridos amigos el método de la cifra repartidora!

Claro que los partido tradicionales tienen buenos candidatos, no tengo ninguna duda. Pero...
Les dejo unas reflexiones:
- Los candidatos buenos de los partidos tradicionales, tienen la curul asegurada, para qué votar por ellos? aun sin casi hacer campaña, tienen tanta visibilidad que pueden pasar la vida entera en el congreso por ser caciques políticos, ellos hacen campaña para arrastrar más curules y así entregarle mucho poder a su bancada en el congreso. Pero, ¿a quiénes arrastran? ¿cuántos hay hoy en la cárcel?

- ¿Qué tal si le damos un aire nuevo al congreso?

- ¿Qué tal si hacemos la tarea y revisamos por lo menos las hojas de vida de algunos candidatos!?

Unas recomendaciones:
http://www.semana.com/noticias-nacion/candidatos-carta/135979.aspx
http://sergiofajardo.com/index.php?option=com_content&view=article&id=247&Itemid=49
http://www.partidoverde.org.co/

Gracias por leer!

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